Ingredientes:
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Harina integral (o harina de trigo normal, si prefieres).
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Agua filtrada a temperatura ambiente.
Preparación Día a Día:
Día 1:
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Mezcla 50 g de harina integral con 50 ml de agua en un frasco limpio o bol.
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Remueve bien hasta formar una mezcla espesa y homogénea.
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Cubre el frasco con una tela fina o paño (para que respire) y deja reposar a temperatura ambiente.
Día 2-5:
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Cada día, desecha la mitad de la mezcla (para no acumular demasiado).
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Alimenta la masa madre añadiendo otros 50 g de harina y 50 ml de agua.
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Revuelve bien después de alimentar y vuelve a cubrir.
Cómo saber que está lista:
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Después de 5-7 días (dependiendo del clima), tu masa madre debe estar burbujeante, con un aroma ligeramente ácido pero agradable.
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Si ves que duplica su tamaño unas horas después de alimentarla, está lista para ser usada en tus panes y otras recetas.
Consejo Extra:
Si hace frío, puede tardar un poco más en activarse. Busca un lugar cálido, como cerca de la cocina, pero evita el contacto directo con fuentes de calor.
¡Eso es todo! Es un proceso mágico y artesanal
Nos encantaría ver cómo te queda tu masa madre y el pan que hagas con ella. ¡Anímate y compártenos una foto!
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