Ingredientes:
-
2 tazas de frutillas frescas o congeladas.
-
2 a 3 cucharadas de semillas de chía.
-
1 a 2 cucharadas de endulzante natural apto para diabéticos (por ejemplo, stevia o eritritol).
-
Opcional: 1/2 cucharadita de extracto de vainilla o unas gotas de jugo de limón para realzar el sabor.
Instrucciones:
-
Lava y corta las frutillas en trozos pequeños.
-
Colócalas en una cacerola a fuego medio-bajo y cocina hasta que empiecen a liberar su jugo (unos 5-7 minutos). Remueve de vez en cuando.
-
Tritura las frutillas con un tenedor o un procesador para lograr la textura deseada (puedes dejar trocitos si prefieres).
-
Agrega las semillas de chía y mezcla bien. Cocina por 1-2 minutos más, removiendo para evitar que se pegue.
-
Añade el endulzante natural al gusto y el extracto de vainilla o jugo de limón, si lo usas.
-
Retira del fuego y deja enfriar. La mezcla se espesará gracias a las semillas de chía.
-
Guarda la mermelada en un frasco limpio y esterilizado. Refrigera y consume en un plazo de 5-7 días.
¿Por qué es apta para diabéticos?
-
Las semillas de chía no contienen azúcares y ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
-
El uso de endulzantes naturales como la stevia o el eritritol evita los picos de glucosa.
-
Contiene fibra de las frutas y las semillas, lo que promueve una digestión más lenta y un mejor control glucémico.